La primera victoria del proletariado

   La rápida industriali­zación europea a lo largo del siglo XIX, además de alimentar a una alta burguesía cada vez más poderosa y em­prendedora, también trajo consigo el movi­miento obrero y sindi­cal. Los comienzos fue­ron duros. Constantes revueltas seguidas, de violentas represiones lograron que los traba­jadores británicos vie­ran derogada, en 1824, la ley que prohibía su asociación.
   Las Trade Unions (sindicatos) ya eran le­gales, pero hasta 1847 no consiguieron, gracias a la huelga como método de presión, la jornada de diez horas. Según Marx, que con Engels publicaría un año más tarde el Mani­fiesto Comunista, ésta fue la primera victoria del proletariado en su lucha de clases contra la burguesía.