Vasco de Gama

   Mientras Cristó­bal Colón y Juan Cabot buscaban la ruta de occidente para llegar al Oriente, los portugueses enviaron una flota, compues­ta por cuatro navios, por la ruta del sur, al mando de Vasco de Gama.
   Navegaron durante noventa y seis días sin ver tierra, y por fin desembarcaron cerca del Cabo de Buena Esperanza. Con­tinuaron navegando hacia el norte por la costa oriental del África. Con frecuencia, tenían que hacer desembarcos para pro­veerse de víveres frescos. Las tripulaciones comenzaron a padecer el escorbuto por la falta de frutas y legumbres.
   En Mozambique, el sultán, árabe y por lo tanto musulmán, supo que los portu­gueses eran cristianos y envió seis grandes lanchas con soldados armados de arco y flechas para combatirlos, pero el estam­pido de los cañones portugueses puso en fuga a los atacantes.
   Después de diez meses y catorce días de viaje, en mayo de 1498, los portugueses anclaban en Calcuta, en la costa de Mala­bar, en la India. La expedición de Vasco de Gama había recorrido más de 16,000 kilómetros.
   Cuando los portugueses regresaron a Lisboa, llevaban un cargamento de espe­cias, piedras preciosas, seda, y muchas co­pas y vasos de oro y de plata. También llevaron un ídolo hindú de oro macizo que pesaba 30 kilogramos y que tenía por ojos unas esmeraldas y en el pecho un rubí. Vasco de Gama había cumplido su misión.