Desde 1957, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica ha estado monitoreando el aire en cuatro lugares del mundo, y con mucho, el aire más limpio se encuentra en la Antártida. Los investigadores están más interesados en los niveles de dióxido de carbono, la sustancia implicada en las teorías del calentamiento global. Como las emisiones de dióxido de carbono aumentan en el mundo industrializado, el mismo incremento se registra en el Polo Sur. También son rastreados productos químicos que agotan el ozono, el metano, óxido nitroso, bromo, metilcloroformo, y la radiación solar. Todos los datos recogidos se utilizan para predecir los cambios en el clima.
El hielo y la nieve en la Antártida, el quinto continente en tamaño, representan más del 90 por ciento del volumen mundial de agua dulce, la cual es la más pura del mundo. Los científicos que pasan cortos periodos de tiempo en la Antártida utilizan hornos de fusión para convertir el hielo en agua para su uso personal.
