Las extrañas plantas carnívoras

  Contadas plantas buscan alimento en el reino animal y se comen los animales mismos. Los dispositivos ideados para atrapar la presa varían de tamaño, des­de los cepos microscópicos de algunos hongos (los cuales, hay que decir, ya no se les considera plantas) hasta bocales de más de 3 litros de capacidad de ciertas plantas de Borneo. En pantanos pobres de nitrógeno se encuentran plantas insectívoras que pueden so­brevivir sin hacer presa, pero, al parecer, sus vícti­mas constituyen un suplemento de nitrógeno de los productos nutritivos que estas plantas obtienen de modo habitual.
   La mayoría de las trampas utilizadas por las plan­tas carnívoras son hojas modificadas. Tienden a se­guir tres modelos básicos. Uno se asemeja a un cepo de acero que dispara dos medias hojas sobre sus víctimas. Otras, como un papel atrapamoscas, cogen su presa en secreciones pegajosas. El tercero, un bo­cal, que atrae a los insectos a morir ahogados en su fondo. Menos conocidos son los hongos que atrapan gusanitos nemátodos del suelo en bultos pegajosos situados en el extremo de tallos cortos o en dogales especiales tricelulados.