El mundo de los virus

LOS VIRUS


HACIA la mitad del siglo pasado, Luis Pasteur demostró que muchas enfermedades infecciosas eran causadas por mi­croorganismos. A estos elementos, se les ha dado el nombre de bacterias (del griego "bahteria", bastón). Se descubrió que eran pequeñísimos seres vivientes, unicelulares. Desde entonces, todas las enfermedades infecciosas comenzaron a ser estudiadas para individualizar el germen que las producía y en­contrar la forma de combatirlas. Pero, en cierto número de ellas, los hombres dedicados a estas ciencias no pudieron descubrir su origen. Observando al microscopio una partícula de sustancia infecciosa, no se conseguía hallar germen alguno. Evidentemente, se trataba de elementos mucho más pequeños que las bacterias; en efecto, mien­tras éstas eran retenidas por los filtros de porcelana, los misteriosos gérmenes invisibles podían pasar, incluso, por los pequeños poros no visibles ni con el microscopio. Estos gérmenes fueron llamados virus (veneno) y más tarde, observados con el microscopio electrónico.


QUÉ SON LOS VIRUS
Los virus son corpúsculos extremadamente pequeños. Sus di­mensiones oscilan alrededor de la milésima parte de una micra (milésima de milímetro) o sea alrededor del millonésimo de milímetro. Un millón de virus, puestos uno al lado del otro, cubrirían el largo de un milímetro. ¿Puede llamárselos seres vivientes? Algunos lo niegan. En realidad, están formados por una sola, enorme y compleja molécula o agregado molecular, con proteínas y ácido nucleico. Estas sustancias se encuentran también en las moléculas de nuestro cuerpo. Los virus parecen hallarse en el límite de la materia viva y la no viva y ser una forma de transición entre el mundo animado y el inanimado.
Los virus, en efecto, para vivir y multiplicarse, tienen necesi­dad de otro ser viviente. No pueden nutrirse con sustancias de células muertas; viven, mientras están en contacto o en el interior del protoplasma de las células vivas. Son generalmente parásitos del interior de células animales o vegetales. Una vez dentro del cuerpo celular, se descomponen en partículas más pequeñas, cada una de las cuales se multiplica vertiginosamente en la misma célula.
Cuando ésta, víctima de los parásitos, está por morir, las varias partes que constituían el virus, se combinan para formar nume­rosos otros virus, listos ya para atacar otras células. No se conocen los mecanismos químicos que regulan estas misteriosas transformaciones. En muchos laboratorios, centenares de cientí­ficos, inclinados sobre el microscopio electrónico, tratan de arrancar a la naturaleza estos secretos, y desentrañar, al mismo tiempo, el misterio de las formas más simples de la vida. En 7955, Fraenkel-Conrat y V/illiams llegaron a dividir un virus en sus componentes químicos e incluso a recomponerlo, uniendo de nuevo las varias sustancias integrantes. Consiguieron unir sec­ciones de un virus y de otro, creando un nuevo virus artificial. Estas experiencias tienen un inmenso valor práctico, por cuanto pueden llevar a la creación de virus especiales, capaces de inmu­nizar al hombre contra ciertas enfermedades infecciosas.


ENFERMEDADES INFECCIOSAS CAUSADAS POR VIRUS
Hoy por hoy, fian sido catalogadas más de 1.000 enfermedades infecciosas, causadas por virus, en el hombre, en los animales y en las plantas. Entre las más graves de estas enfermedades que atacan al hombre, se encuentran la poliomielitis, la gripe, la viruela, la hidrofobia, el sarampión, la psitacosis, etc.
Incluso el resfrio común es causado por un virus. Éstos son, en resumen, los más conocidos, pero existen otros, que causan una serie de afecciones y que aún permanecen totalmente desconocidos. Sucede, por otra parte, que estos microorganismos cambian sus características, según el medio ambiente en que viven. Esto hace muy difícil, además, prevenir el desarrollo de ciertas epi­demias, por medio de lo vacunoterapia, que sólo puede ser eficaz a condi­ción de individualizar perfectamente el germen causal.