¿Por qué el humo no siempre asciende verticalmente?

   En los días que no hay viento, el humo sube recto al cielo. Cuando lo vemos inclinarse a derecha o a izquierda, o en todos los sentidos, es que sopla el viento, que lo arrastra.
Las finas partículas, sólidas, liquidas o gaseosas que componen el humo, a medida que van elevándose en el aire chocan contra las capas atmosféricas y se deslizan por un camino sinuoso, perdiendo poco a poco la energía que poseían por el hecho de que su tem­peratura era más elevada que la del aire del ambiente. Terminan por mez­clarse con el aire, bastante rápidamen­te, sobre todo cuando hay viento.