¿Cómo se desarrollaban los tor­neos medievales?


   Cuando no se hallaban ocupados en las frecuentes guerras al servicio del rey o de su señor, los caballe­ros tenían ocasión de demostrar su valor y coraje en los torneos, es decir, en los combates a campo ce­rrado.
Cumpliendo las órdenes del señor que lo organizaba, los mensajeros iban de castillo en castillo comuni­cando la noticia del torneo, y los caballeros se apresuraban a dirigir­se al lugar convenido en compañía de sus séquitos. La misa, religiosa­mente oída, iniciaba la jornada del torneo, que por regla general se desarrollaba en el patio del castillo o en una explanada cercana. Los caballeros se retaban y batían en presencia de los entusiasmados es­pectadores: los señores, los jueces y las damas que premiaban a los vencedores. Además, asistía a los torneos una ruidosa y pintoresca muchedumbre de campesinos y vi­llanos, que apostaban entre ellos por los distintos campeones.