¿Cómo funciona el radar?

   Todos hemos oído, por lo menos al­guna vez, el eco de nuestra voz. Sa­bemos que el eco lo producen las ondas sonoras que, al tropezar con un obstáculo rebotan igual que una pelota lanzada contra una pared. A las ondas radiofónicas les ocurre lo mismo: si las lanza un poderoso transmisor y tropiezan con un obs­táculo, rebotan y pueden ser capta­das por el aparato receptor. Dado que se conoce la velocidad de pro­pagación de dichas ondas, es posi­ble saber la distancia a que se encuentra el obstáculo encontrado en su camino. Así funciona el radar. El nombre del aparato es una sigla inglesa derivada de las palabras RA-dio Detecting And Ranging (detec­ción y localización por medio de la radio). Hoy en día el radar encuen­tra aplicación en todas partes: sirve en los aeropuertos y centros de lan­zamiento de misiles (para guiar a los aparatos), en los centros espa­ciales (para seguir a los satélites) y también en los barcos y aviones (para la navegación automática).