El desplazamiento de Abu SimbeI


   Los dos templos de Abu Simbel se erguían altivos en las riberas del Nilo desde hace más de 3 000 años. Uno de ellos, dedica­do a Ramsés II, estaba adornado con gigantescas estatuas del faraón, cuya altura alcanza los 20 metros.
   Pero, para alimentar la presa de Assuán fue necesario crear un gran lago artificial en el sitio de estos monumentos. Y así hubo que desplazar estos magníficos templos que, de otra manera, habrían sido engullidos por las aguas.
   Como los templos estaban construidos en un acantilado, hubo que sacar toda aquella masa rocosa que pesaba sobre ellos, y un equivalente de 300 000 toneladas de roca fueron excavadas y escombradas.
   Asimismo, hubo que recortar los templos en bloques de 20 a 30 toneladas, que unas grúas gigantes depositaban en enormes camiones, los cuales a su vez debían transportarlos 60 metros más arriba. Una vez reconstruidos los templos en su nuevo emplazamiento, hubo que hacer la reconstrucción en la parte
baja. . . un nuevo acantilado.